Haz café americano como un profesional
Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados estadounidenses se desilusionaron con los pequeños espressos que servían en Italia. Para satisfacer su deseo de un café más grande, los italianos les sirvieron en tazas de mayores dimensiones y añadieron agua a la bebida original. Así surgió el café americano.
Con el paso del tiempo, esta preparación de espresso diluido en agua caliente se ha transformado. La técnica añeja de elaborarla mejoró: se dejó de lado la idea de crecer la bebida agregando agua hasta el borde de la taza y se priorizó el sabor.
Para que un café americano tenga buen sabor y una apetitosa crema encima los baristas profesionales recomiendan colocar una taza con agua caliente y agregarle un espresso y no al revés, con el fin de que el café no pierda calidad.
Estos son los pasos para hacer un café americano como un profesional:
* Vierte agua caliente en una taza
*Pon la taza con agua debajo de la cafetera
*Prepara un espresso en la cafetera y déjalo caer en la taza con agua.
En la mayoría de las cafeterías el café americano se sirve de manera errónea. Se deja apretado mucho tiempo en la cafetera el botón de extracción, que es el proceso por el cual se obtienen los compuestos solubles del grano al disolverlos en agua.
Lo anterior da como resultado un café quemado, con sabor a ceniza, sin cuerpo y que produce una sensación áspera en la boca.
Por último, para un café americano que se adapte a tus gustos se aconseja tener en cuenta la molienda del grano: mientras más fina sea el café presentará un sabor fuerte y amargo; si la molienda es gruesa, el sabor será menos intenso.