Cuerpo del café, conoce los 5 tipos más comunes
Una taza de café no sólo tiene sabor. También cuenta con una textura conocida como cuerpo, que es la sensación pesada o ligera que deja la bebida en la boca.
El cuerpo del café se forma con varios componentes de los granos molidos que han sido arrastrados durante la infusión, como sedimentos, aceites y azúcares.
El tipo de cuerpo de una bebida depende de varios factores. Algunos de ellos son la variedad del grano, los métodos de procesamiento de café, la preparación y el material del filtro empleado (tela, metal o papel). Los perfiles de tueste también se pueden adecuar para producir más cuerpo.
Aquí te presentamos los tipos de cuerpo del café más comunes que puedes encontrar en una taza:
Aguado. Es cuando la bebida tiene poca sustancia y no hay sensación de peso en la lengua. Carecen de notas y sus sabores son poco intensos o imperceptibles.
Aceitoso. Ocurre en cafés filtrados con una alta presencia de aceites y azúcares que aportan peso y sedosidad en la cavidad bucal.
Cremoso. Se presenta con frecuencia en los espressos. Es la sensación provocada por la emulsión de los aceites del grano producidos durante el proceso de tueste.
Arenoso. Aporta una sensación rasposa debido a la concentración de sedimentos o por la falta de una buena filtración.
Pesado. Tiene una alta concentración de sedimentos por falta de una adecuada filtración y de una receta en la que se utilizó mucho café y poca agua.
Generalmente, los cafés con un cuerpo equilibrado reciben puntuaciones altas en una cata, al percibirse más densos, con más aromas y con mayor número de matices que perduran por varios minutos. Por el contrario, los cafés sin cuerpo son considerados ligeros y carentes de sabor.
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