¿Qué es el café blanco? Descúbrelo
Mientras en los continentes americano y europeo el término café blanco se usa para pedir bebidas a base de café y leche, en Oriente Medio se refiere a dos estilos de tueste muy específicos de Malasia y Yemen.
Ipoh, una ciudad ubicada al norte de Malasia, es llamada la patria del café blanco. Ahí los granos se tuestan en un wok con margarina obtenida del aceite de palma en lugar de la combinación de margarina, azúcar y trigo que utilizan para sus tostados oscuros.
Este proceso da un color más pálido al grano que el tueste común, de ahí que se conozca como café blanco. Después el grano se muele, se prepara y se sirve con leche condensada. El resultado es una taza dulce con notas a caramelo y crema.
El origen de esta bebida se remonta al siglo XIX. Las compañías británicas de extracción de estaño establecidas en Yemen usaban el café negro para socializar en sus negociaciones, pero a los empresarios chinos les desagradaba su acidez y amargor. Por esta razón, en la nación yemení modificaron su sabor hasta lograr uno más dulce para complacer el paladar de los chinos.
Café blanco: Tueste muy ligero
El nombre de café blanco también se emplea para definir un tueste muy ligero originario de Yemen. A diferencia del de Ipoh, el café blanco yemení consiste en un tueste muy claro de los granos, sin añadirle margarina. Después se muelen y preparan con una combinación de especias conocida como hawaij, la cual incluye canela, anís, jengibre, cardamomo, clavo y semillas de hinojo.
Los granos de café se tuestan a fuego lento y se llevan a un punto de temperatura cercana a la mitad de trayecto al primer crack, donde se mantienen durante algún tiempo. Debido a que la temperatura no se eleva demasiado no ocurre la caramelización de los azúcares, por lo que el café adquiere un tono amarillento.
Los cafés blancos de Ipoh y Yemen son similares en el sentido de que se trata de tuestes muy ligeros con ingredientes únicos añadidos a la infusión final. La taza malaya logra notas caramelizadas, mientras que el sabor especiado y picante predomina en la bebida yemení.