Café latte y postres, un exquisito maridaje
El café latte, que significa “leche” en italiano, es una bebida dulce que combina muy bien con los postres. Se elabora con uno o dos espressos que ocupan 1/3 tercio de la taza y 2/3 de leche calentada con vapor, con una pequeña capa de espuma de leche de un centímetro de grosor.
Para maridar lattes y postres se aconseja que los sabores de ambos alimentos no compitan entre sí. Tienen que complementarse, por lo que se deben elegir sabores suaves y evitar los picantes.
Los profiteroles forman una pareja deliciosa con los lattes. Se trata de pastelillos rellenos de crema u otros ingredientes y cubiertos de chocolate caliente. Su masa crujiente contrasta muy bien con la textura del café.
Los postres fríos también hacen un match perfecto con los lattes, como es el caso de una panacota bañada en salsa de frutos rojos. La panacota es un clásico de la repostería italiana, similar a un flan, que se prepara con nata, azúcar, vainilla y gelatina. Su sabor cremoso en boca resulta una delicia entre cada sorbo de café.
Otra opción es la natilla de vainilla, hecha a base de leche, azúcar y huevo, con un cálido aroma a vainilla y canela. Esta combinación es ideal para después de la comida.
Además, los lattes se pueden emparejar con queso mascarpone, el cual se caracteriza por ser fresco, cremoso y consistente. Su sabor dulce empata de manera exquisita con este tipo de café.
Los pasteles de zanahoria y las tartas de frutos rojos son otras dos recomendaciones para probar junto con un latte.
