Baristas en resistencia
El café es asombroso porque es simple: sólo dos ingredientes crean la bebida. Pero gracias al barista, a su conocimiento y pasión por el grano, es posible disfrutar de una taza sublime. Hoy se extraña a ese personaje en las ciudades mexicanas porque las cafeterías han cerrado sus puertas temporalmente para cuidar la salud de sus empleados y sus clientes debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Este 1 de abril es Día del Barista y los profesionales del café celebran en plena resistencia. La pandemia los ha obligado a suspender su actividad, un acto responsable y valiente que al mismo tiempo los llena de incertidumbre al quedarse sin recursos para resolver sus gastos diarios. Desconocen su futuro después de la pandemia, pero mantienen la esperanza de realizar de nuevo lo que aman en la vida.
“Tristemente, la situación por el coronavirus me obligó a entrar en paro, ya que el café es mi principal fuente de ingresos. Los cursos que doy se detuvieron por completo. Me he mantenido en contacto con mis clientes y les ofrezco descuentos para que tomen sus talleres cuando se levante la cuarentena”, cuenta Eduardo Urbina.
Lalo es barista certificado por la Specialty Coffee Association y por el Instituto Nacional del Espresso Italiano. Vende un café llamado Eyha café, procedente de Chiapas, con varios procesos, certificaciones y puntajes por Q-grader. También imparte cursos a barras de café y al público que quiere aprender sobre el aromático.
“Apoyo a mis compañeros con difusión para que la gente consuma local y no pierdan sus ventas, ya que nosotros corremos peligro ante la caída económica que se avecina. Mientras, busco un trabajo provisional que me ayude a sostener mis gastos”, añade.
“Podemos hacer un blog por Youtube para impulsar la venta y consumo del grano. Así lo estamos diseñando un amigo y yo. También ofrecer promociones que no afecten de más nuestros bolsillos. Debemos hacer un frente unido entre baristas para potenciar el consumo del café”, sugiere para apoyar a los baristas durante la emergencia.
A Eduardo lo puedes contactar en el teléfono 5565260610. En redes sociales está como Lalo Ramírez (barista) en Facebook y como @barista_lalo.ramirez en Instagram.
La barista Alejandra Juárez Lugo, quien trabaja en Café Avellaneda y ha obtenido tercer y quinto lugar en competencias nacionales de arte latte, asegura: “El caso de los baristas y de la gente que se dedica a alimentos y bebidas es complicado, ya que no podemos hacer home office por que nuestro trabajo es operativo en la mayoría de los casos. Yo estoy en cuarentena con goce de sueldo, como debería de ser para toda la gente. Pero sé de algunos baristas que se han quedado sin trabajo ante todo esto”.
La mejor manera de ayudarse en el gremio, considera, “es con solidaridad, desde los dueños de barras y cafeterías hasta entre baristas, tostadores, productores. Tener en cuenta que esta situación es temporal. Debemos ser fuertes”.
Para Eduardo Abundis Muñoz, gerente y head barista en El Cafetal de Ximena, en Guadalajara, han sido semanas duras. “Las ventas bajaron 80% aproximadamente. La cafetería tiene 10 empleados. Los dueños nos dieron la opción de cerrar, pero el equipo de trabajo decidió seguir apoyando. Tenemos dos personas mayores de 50 años y a ellos les permitimos quedarse en su casa manteniendo su sueldo”, asegura.
“Los gastos superan los ingresos de manera drástica. Hemos implementado los protocolos sugeridos por las autoridades sanitarias y reducimos el horario de servicio para disminuir los gastos de luz y agua. Las propinas han bajado, las aplicaciones y plataformas funcionan un poco. Estamos próximos a implementar servicio para llevar por nuestra cuenta porque la comisión de la plataformas es algo alta”.
Eddie recomienda “consumir en la medida de lo posible en los negocios locales y cercanos, siempre con sus respectivas medidas de sanidad. La mayor ayuda debería venir del gobierno con subsidios o financiamientos”.
En busca de opciones
German Mier Arenas, barista en Panela Canela en Puebla, platica que la pandemia “hizo que parara en la cafetería donde trabajo, pues cerró. Afortunadamente tengo algunos contratos de capacitación con cadenas comerciales, como Café Plaza, elaboro preparaciones caseras de kombucha para entregas a domicilio y tuesto café”.
Germán es miembro de Cafetopía Mx y Grupo Baristas, éste último enfocado a asesorías para desarrollar proyectos, capacitaciones y creación de cartas para cafeterías. “En las próximas semanas haremos talleres en vivo con bajos costos”, afirma. Si deseas kombucha, una bebida probiótica y alcalina, puedes contactarlo en el teléfono 2226073812.
A Miguel Montoya Méndez, encargado de Expressa Café, una cafetería que pertenece a La Comer, en Coyoacán, le parece “doloroso ver que amigos y conocidos han cerrado sus cafeterías. Nos va a costar trabajo recuperarnos, pero hay que aguantar un poco más”.
Detalla que las ventas en el establecimiento de café que administra se han visto afectadas por el coronavirus. “Vendíamos 12 mil pesos diarios en promedio y a finales de marzo sólo obtuvimos 4 mil pesos. Teníamos 15 mesas con tres sillas cada una, o sea, 45 lugares, pero se redujo a 10 mesas y ya sólo quedó el servicio para llevar”.
A su cargo tiene compañeras que durante la contingencia de salud trabajaron en horarios escalonados, con sueldo íntegro. “Luego de suspenderse la atención directa al cliente en la cafetería es probable que nos reubiquen a mí y a ellas en otras áreas del supermercado. Y mientras sea trabajo, pues adelante”, dice.
“A parte de la cafetería, doy clases de arte latte y temas de café en un programa social en la alcaldía Benito Juárez, las cuales se suspendieron por el coronavirus. Pospuse los talleres que doy por mi cuenta; la venta de artículos de baristas está parada, necesito importar mercancía y la gente no está para gastar”, concluye Miguel, creador del grupo de Facebook Latte Art Club México y de Barista Store Mx.
La barista Bárbara Cortés Pérez propone que esta emergencia sanitaria sirva para que las empresas “analicen administrar un fondo para casos en los que no tengan personas laborando, como en la situación de riesgo actual. Y si no es así, que los que laboran reduzcan el horario, pero con el mismo sueldo”.
Entre la incertidumbre y la esperanza, los baristas se encuentran en resistencia. Entre descuentos para futuros talleres, venta a domicilio de café y búsqueda de empleo provisional transcurre su vida en la cuarentena, en espera de volver a integrarse lo antes posible a la actividad que más aman: preparar café.