Empaques para café tostado. Cómo elegir el mejor
Un empaque adecuado ayuda a conservar el aroma y el sabor del café. Por ello debe cumplir con ciertas características para conservar las cualidades organolépticas del grano.
El grano de café presenta efectos de oxidación después de 72 horas de haber sido tostado si el producto está expuesto al aire, de ahí la importancia de una envoltura que lo proteja y alargue por más tiempo sus atributos.
Los factores que influyen en la elección de un empaque para café tostado y molido son la humedad, el desprendimiento de dióxido de carbono (CO2), el oxígeno y la temperatura.
Con base en ello, los requerimientos principales son los siguientes:
- Inerte. No debe desprender olores, sabores ni material tóxico.
- Impermeable al oxígeno y al vapor de agua.
- Opaco, para impedir el paso de la luz.
- Durable, estable y fuerte.
- Resistente a grasas y aceites.
- De fácil manejo y adecuada maquinabilidad.
- Bajo costo y bajo impacto ecológico.
- Diseño atractivo para el consumidor.
- Contar con una válvula desgasificadora para permitir la salida de CO2 del café tostado y evitar la entrada de oxígeno.
Material de los empaques para café tostado
Otras características importantes en los empaques de café son el material del que están hechos y el grado de barrera.
Papel, poliéster, aluminio, nylon, polietileno y polipropileno son los materiales más usados. Ninguno posee todas las especificaciones necesarias para resguardar al café, por lo que se combinan varios de ellos para formar un material complejo o laminado de 2 o 3 capas con el fin de proteger al grano del oxígeno, la luz, el calor y la humedad.
Los empaques, además de servir para trasladar el café de un lado a otro, cumplen una función de conservar las mejores notas del grano y alargar su vida útil lo más posible.