Catadores de café: 3 funciones clave
Los amantes del café saben que obtener una taza de café de especialidad deliciosa y aromática implica seguir una cadena de valor que comienza con el grano y culmina en la taza. Entre esos pasos hay uno crucial: la evaluación del café, tarea realizada por los catadores.
Según la Asociación de Cafés de Especialidad (SCA por sus siglas en inglés), los catadores de café de especialidad “son evaluadores sensoriales profesionales con la capacidad de identificar los atributos que exhiben los diferentes cafés, de comunicarlos a los demás actores de la cadena de valor, de reconocer y diferenciar con base en sus propias preferencias o las de los diferentes actores del mercado, y de crear valor al enlazar a compradores con vendedores”.
Aunque sus funciones difieren dependiendo de su papel y nicho específico en el sector, existen tres funciones principales de catadores en la cadena de valor, de acuerdo con la SCA: evaluación sensorial, asesoría técnica y asesoría comercial.
Evaluación sensorial: el corazón de la actividad de un catador
La evaluación sensorial es la función principal de un catador de café. Implica analizar los atributos sensoriales del café mediante diferentes pruebas y técnicas para obtener información basada en los atributos sensoriales que sirva para la toma de decisiones a lo largo de la cadena de valor del café.
Esta información también puede utilizarse para descubrir nuevas oportunidades de valor.
Asesoría técnica: conocimiento sensorial y técnico
Algunos catadores combinan la información sensorial con su conocimiento técnico sobre los factores que influyen en los atributos sensoriales y la calidad del café para hacer recomendaciones técnicas a los productores y procesadores sobre cómo lograr un sabor específico o resolver un problema de calidad.
Dependiendo de su área de expertise, la asesoría técnica se enfoca a temas de producción y procesamiento o a temas de tueste y elaboración de la bebida.
Asesoría comercial: sugerencias basadas en preferencias de los mercados
Algunos catadores utilizan su conocimiento sobre las preferencias de los diferentes mercados para recomendar un mercado o comprador objetivo para un café en particular, basándose en el perfil sensorial que presenta.
También pueden recomendar un productor u origen específico al comprador que busca cafés con ciertas características.
Este conocimiento de las preferencias de los mercados se aplica en el caso de las certificaciones.
Las funciones de un catador son esenciales en la cadena de valor del café, ya que ayudan a los productores, procesadores y compradores a tomar decisiones informadas sobre el grano que adquieren.