Café de Etiopía, el origen del aromático

Etiopía es la cuna del café. Los granos del país son codiciados por las principales cadenas multinacionales debido a sus sabores exóticos, con notas a cítricos, pasas, especias, bayas o vino. También aromas florales y frutales que destacan con un tueste ligero o medio. 

Casi todos los granos se procesan con métodos naturales, de extracción seca, expuestos al sol de África. Se caracterizan por tener un cuerpo medio y un retrogusto perdurable. 

Hay más de 10 mil variedades de granos etíopes, como Sidamo, fresco y cítrico; Yirgacheffe, brillante y floral; Harrar, intenso y con gran cuerpo; Limu, dulce y especiado; y Jimma, tropical y sedoso.

El café de este país se puede preparar en una prensa francesa para resaltar sus aromas cítricos y sabores achocolatados, o en un método de filtrado manual que da como resultado una taza aromática. 

Etiopía. Cuna del café

El origen del café

Cuenta la leyenda que un pastor llamado Kaldi descubrió el café cuando llevó a sus cabras a las laderas de Abisinia y notó que se exaltaban después de consumir un fruto rojo que encontraron en unos arbustos. 

Kaldi llevó las cerezas al abad del monasterio de Chehodet, quien las cocinó y obtuvo una bebida tan amarga que no tuvo más remedio que arrojarla al fuego.

Cuando las cerezas cayeron en las brasas se asaron y los granos que tenían en su interior produjeron un delicioso aroma. Los monjes probaron el brebaje con los granos tostados, surgiendo así esta bebida.

Cada año el país africano produce entre 200 y 250 mil toneladas de café. Menos de la mitad es exportado y vendido a grandes multinacionales; la otra parte se queda en el país, donde su consumo está muy arraigado entre la población.

El café etíope crece a grandes altitudes, lo que produce un grano denso y duro que contiene una mayor cantidad de azúcares y precursores de sabor.

Se pueden encontrar cafés lavados y naturales, dependiendo de las zonas del país donde se cosecha y la disponibilidad de agua.

Producción del café en Etiopía

Producción del café en Etiopía

El café en Etiopía se produce de forma sostenible. La mayoría se cultiva como café de jardín donde los caficultores lo plantan cerca de sus casas junto con otro tipo de plantas.

También es común cultivar café con un sistema semiforestal, en el que se modifica el bosque natural cortando malezas y arbustos para regular la sombra y se introducen cafetos. Se estima que sólo 5% de la producción de café está en plantaciones dedicadas al café en Etiopía. 

Los caficultores del país están organizados en cooperativas y pueden vender su cosecha directamente a compradores internacionales.

Regiones productoras del café en Etiopía

El país africano cuenta con nueve regiones productoras. Las principales son Harrar, Limu, Yirga-Cheffe y Sidamo.

En estas zonas se producen los granos más apreciados a nivel mundial gracias a sus notas aromáticas como el jazmín, chabacano, durazno, limón, mandarina y granada, complementados por un cuerpo suave y achocolatado, una dulce acidez que recuerda a un cítrico fresco y un sabor parecido al cacao.

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